Comenzó hoy el juicio oral y público por los homicidios de Patricia Gracia y Claudio Cardona, ocurridos en la mañana del 27 de septiembre de 2009.

Doble crimen de El Pozo. Droga, alcohol y ambiente tumbero

“A veces trabajaba de remisero, otras hacía changas, pero por lo general delinquía”, dijo Alejandro González Osuna, cuando le preguntaron por su ocupación.

Esta mañana, el tribunal integrado por los jueces Dardo Rosciani, María Amalia Mascheroni y Gustavo Urdiales, dio inicio al juicio oral y público por el doble crimen del barrio El Pozo, ocurrido el 27 de septiembre de 2009. A sala llena, donde familiares de víctimas y victimarios cruzaron miradas, se desarrolló la primera audiencia, durante la cual las partes expusieron sus alegatos de apertura y al cierre de esta edición se desarrollaban las declaraciones de los imputados.

Tres personas se encuentran en el banquillo, acusados por el doble homicidio de Patricia Gracia, de 29 años, y Claudio Cardona, de 35 años. Los supuestos autores son Alejandro González Osuna, alias “Toto”, de 35 años; su pareja de entonces, Alicia Fioretti, de 48 años, también habitante de barrio El Pozo; y Gabriel Emir López, conocido como “Tequi”, de 30 años.

De los tres, el primero en declarar fue González Osuna, un ex convicto que se escapó de la cárcel de Coronda un mes antes de ocurrido el hecho. Antes de comenzar con las declaraciones una de las partes planteó un “incidente” por lo que el tribunal resolvió que se tomaran “individualmente y sin la presencia de los coimputados”.

Consultado sobre su ocupación, González Osuna contestó que “a veces trabajaba de remisero, otras hacía changas, pero por lo general delinquía”. Con esa liviandad el hombre se presentó como un confeso delincuente, que pasó una década dentro de los muros del penal de Coronda y reconoció que estaba prófugo a la fecha del hecho por el cual llegó a juicio.

Claro al hablar y con un relato verosímil de su inocencia, Osuna hasta se permitió corregir al fiscal Gerardo Alesso cuando le preguntó si él estaba prófugo por no volver de una salida transitoria. “No, esa vez me escapé”, contestó.

“Me declaro inocente”

Sobre el caso puntual el acusado reconoció que estuvo en dos oportunidades en la casa de Cardona, para ir al baño de la planta alta, porque “estaba descompuesto”.

“Estábamos con mi pareja” en su departamento de El Pozo cuando “bajamos a tomar cerveza”. En la calle se saludaron con Patricia, que se sumó más tarde al grupo, para compartir algo de cocaína que les había quedado.

“Estabamos por el barrio buscando droga”, reconoció González Osuna ante el tribunal. Pero “con respecto a las víctimas, no tengo nada”, se defendió.

También se refirió al coinmputado López -ex pareja de Patricia- a quien dijo no conocer. “Nunca tuvimos nada con López. Estuvimos detenidos en Coronda, pero él en el sur y yo en el norte”, aclaró.

Consultado sobre el crimen en sí, el imputado reconoció que “si bien tengo antecedentes, siempre fueron por robo”. “En 10 años que llevo detenido nunca tuve una pelea. Yo me declaro inocente, esa es mi verdad”, cerró.

Una sola pregunta no respondió González Osuna, cuando la defensa de Emir López le preguntó si acostumbraba a atar y desnudar a sus víctimas: “No le voy a contestar esa pregunta”, dijo y se remitió a su prontuario y los expedientes. Para los investigadores, González Osuna habría dejado su “sello personal” en el cuerpo de Patricia Gracia, que fue hallada en la planta alta, de rodillas, con los pantalones bajos y atada con una sábana de pies y manos hacia la espalda. Así lo demuestran otros expedientes en los que se ventila que González era un delincuente que tenía por costumbre maniatar a sus víctimas y desnudarlas.

Las audiencias del juicio oral por el doble homicidio de El Pozo se desarrollarán durante miércoles 27, jueves 28 y viernes 29 de julio, en horario de 9 de la mañana y 3 de la tarde. Se espera que declaren 35 testigos por el episodio criminal tuvo lugar en la vivienda 54, manzana 18 de barrio El Pozo, frente a la Comisaría 25a. El personal policial que intervino alrededor de las 6.50 de ese día, se encontró con un hombre muerto en el piso de la cocina, con varios puntazos en el tórax y el abdomen. En la planta alta, en una de las habitaciones, se hallaba maniatado el cuerpo de la mujer.

(Fuente: Foto: Guillermo Di Salvatore. De la Redacción De El Litoral. sucesos@ellitoral.com)