14 enero 2013

Sobre el “Gangnam style” y la crítica social

Ahora que el cantante - artista (!?) surcoreano PSY ha hecho pública su intención de dejar de cantar su tremendo hit “Gangnam style”, a duras se pronunciarlo, recorriendo algunas revistas culturales me encontré con una nota, firmada por Mariano Turzi, muy interesante sobre este hit que tanto suena en las radios y que es furor en internet, en especial en Youtube. El mentado artículo, titulado “El ritmo de la noche global”, merece ser reproducido en parte por dos obvias cuestiones. La primera es poner de relieve que en China todavía existe censura y que es muy loable la actividad del Sr. Ai Wei Wei, quien se apropia de la mencionada canción para resignificarla en una nueva canción de protesta contra el control y censura chinos. En segundo lugar es muy interesante la observación que formula Mariano Turzi (Doctor en Relaciones Internacionales y Dir. del Programa de Asia Pacifico de la Univ. Torcuato Di Tella) respecto a la crítica social que se encuentra detrás de un tema pegadizo, liviano y en un idioma que no todos conocemos. Al respecto es interesante observar que en tiempos de liviandad moral y social, en donde la vida materialista, orientada por el culto al consumo e individualista, este artista se manifiesta muy sociológicamente haciendo una crítica mordaz del homo economicus hoy consumista. Dice Turzi: “... El foco de atención del Gangnam ha estado en la música pegadiza, la coreografía novedosa o el aspecto peculiar de PSY. Pero una mirada que tome al hecho artístico en su imbricación con la estructura socioeconómica y política coreana la mostraría más como una caricatura crítica del materialismo irracional de una sociedad que experimenta la modernidad capitalista. Todo el videoclip es una ácida crítica al estilo de vida que se vive en el distrito de Gangnam, Seúl. En esta zona se concentran clubes nocturnos, restaurantes caros y centros comerciales con marcas de alto nivel. Los residentes son gente rica, linda y con estilo, siempre vistiendo a la moda. Son una clase globalizada y tecno-cool. Poseen y exhiben todos los símbolos de estatus: el automóvil Mini, la cartera Louis Vuitton, la computadora Mac o el café (latte) de Starbucks. Son el nouveau riche de países emergentes. Vivir al “estilo Gangnam” es ser decididamente materialista, acérrimamente individualista y frenéticamente consumista. Esto es lo que satiriza PSY. La estética es intencionalmente bizarra y ridícula, ya que en esa reducción al absurdo es donde el artista evidencia su crítica al estilo de vida Gangnam. La narrativa paródica de todo el video es una sucesión de hechos que demuestran lo inútil de perseguir esa vida de lujo y frivolidad. Ello se plasma en las sucesivas e infructuosas búsquedas de obtener el ansiado estatus Gangnam. PSY aparece tomando sol en una playa como un playboy, pero luego se revela que está en un arenero rodeado de niños. Se pasea junto a dos mujeres sensuales y en vez de caer sobre ellos una lluvia de papel picado reciben sucios pedazos de diarios. Emerge de una pileta que en realidad son baños públicos. Aparece en una lujosa silla que resulta ser un inodoro. Se ven caballos a lo largo del video, pero PSY sólo se sube a los de una calesita. Se ven autos de lujo pero está bailando en el garaje. Busca ser parte del alto circuito nocturno pero termina bailando en un bus (una práctica usual en Corea entre gente de mediana edad, pero muy poco fashion). Finalmente, encuentra la mujer que ansía en el subte más que en una exclusiva discoteca. El fenómeno artístico siempre está influido por el contexto social. La estructura económica condiciona el hecho artístico. Si el arte puede escenificar los conflictos dentro de una sociedad o expresar los antagonismos fundamentales de la estructura socioeconómica, entonces el Gangnam style puede leerse como denuncia del autointerés y el egocentrismo consumista del sector pudiente coreano. Lo inverosímil de PSY como dandy y los desopilantes non sequitur de su búsqueda de inserción social reflejarían así la inutilidad de la acumulación material como sentido de la existencia. La versión de Ai Wei Wei deja al descubierto que el hecho artístico también es condicionado por la estructura institucional. Así como PSY se burla de una clase social, Ai Wei Wei intenta –utilizando la misma expresión estética– hacer lo propio frente al poder político. … Las condiciones económicas y políticas para la creación, emisión y recepción de producción cultural se manifiestan de manera diferente en la República Popular China y la República de Corea. En Corea, el espacio cultural es más competitivo y altamente comercializado, sujeto a las leyes, necesidades y vaivenes del mercado. En China el espacio artístico se desarrolla bajo la atenta mirada del Partido y bajo un estricto control gubernamental de canales y contenidos. La producción simbólica es comprendida como un proceso de significación. Y la representación artística tiene la capacidad de significar la realidad social, lo cual puede contribuir a sostener o subvertir el orden establecido. Las expresiones artísticas de vanguardia en general acaban siendo coartadas o cooptadas por la estructura de poder. Es por ello que aún idénticas expresiones estéticas son reapropiadas y resignificadas de acuerdo con los condicionantes que sobre ellos imponen la estructura socioeconómica y las instituciones políticas. Acaso sea por eso que la crítica del Gangnam style de PSY recaiga sobre la clase acomodada urbana y la del Caonima style de Ai Wei Wei sobre los censores del gobierno.” La nota se puede leer íntegra en: http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Gangnam-style-Ai-Wei-Wei-China_0_816518358.html