21 septiembre 2010

viernes 17 de septiembre de 2010. Amsafe y Sadop movilizan el lunes a sus delegados

Exigen acciones concretas ante la violencia a docentes

Tras el conmocionante caso del docente baleado ayer en Santo Tomé, que se suma al de la maestra Natalia Insaurralde atacada a puñaladas el martes pasado en San Agustín, los gremios docentes salieron a exigir “acciones concretas” para proteger la integridad de los educadores ante los reiterados episodios de violencia.

El lunes, a las 10.30, Amsafe y Sadop harán una concentración de delegados frente a la Región IV de Educación. “Vamos a exteriorizar este reclamo y a exigir acciones concretas. Estos dos episodios fueron los más resonantes, pero hay otros que no se conocen y que se resuelven como un simple trámite burocrático ministerial”, señaló Oscar Lozeco, secretario general de Amsafe La Capital.

Añadió que “nosotros no vamos a pedir más policías en las escuelas ni amurallar los edificios porque no somos especialistas en Seguridad. Pero estas situaciones anómalas requieren de salidas atípicas. Estamos en alerta roja porque está en juego la vida de los compañeros”.

Por espacio de más de dos horas, ayer por la tarde, funcionarios de las carteras de Educación, Seguridad y Desarrollo Social se reunieron con dirigentes gremiales de Amsafe para abordar la preocupante situación de inseguridad.

“Quedamos satisfechos a medias y somos conscientes de que en una reunión no vamos a resolver esta problemática. Lo que fuimos a plantear son dos cuestiones centrales: una es la situación general de inseguridad, que es muy preocupante, y la otra que tiene que ver con las escuelas hacia adentro”, indicó.

Sobre el segundo ítem, consideró que la docencia es un trabajo particular que está mayormente expuesto a hechos delictivos o de violencia externa. “Damos clases en edificios abiertos, no tenemos custodia ni seguridad privada. Necesitamos un tratamiento distinto que tenga que ver con una estrategia de crear equipos integrados entre Educación y Seguridad para resolver esta problemática”.

Por su parte, el secretario general del Sadop Santa Fe, Pedro Bayúgar, sostuvo que “empiezan a sobrar las palabras, se hacen cada vez más necesarias las acciones concretas, de parte de los funcionarios de seguridad, de parte de nuestros empleadores y, si estas acciones no aparecen, deberemos ser nosotros los que intentemos poner punto final a este avance delictivo”.

“Debemos exigir el fin de estos hechos y de estos riesgos, aquí es donde hay que poner en juego nuestra solidaridad”, indicó Bayúgar en un comunicado.

Rasino: “No podemos encerrarnos”. Élida Rasino, ministra de Educación de la provincia de Santa Fe, expresó esta mañana que “no podemos transformar las escuelas en fortalezas. Hay que mejorar las instancias de seguridad pero también hay que trabajar sobre las causas que ocasionaron esta inseguridad”.

“No creemos que debamos encerrarnos en las escuelas. Lo fundamental es que sean el espacio de contención de los chicos. Nosotros creemos que hay que tramitar la angustia y el temor dentro de la escuela, con adultos que manejan pedagógicamente la situación”.
Finalmente, remarcó que “no podemos poner el acento en que la situación pasa por amurallar las escuelas; todos tenemos que transitar la ciudad con libertad”.
Jornada de reflexión en la escuela República del Perú
Los alumnos dicen “basta” a la inseguridad
Analizaron el episodio en que resultó baleado su profesor y pusieron sus sentimientos en un afiche. Fue un trabajo propuesto por profesionales del Ministerio de Educación.
“La escuela nos prepara para muchas cosas pero no para ésto”, dijo un grupo de 4to y 5to año.

“No queremos que esto ocurra nunca más; le queremos decir basta a la violencia y la inseguridad”. La expresión de repudio nació de los propios alumnos de la escuela secundaria República del Perú de Santo Tomé, donde ayer fue baleado el profesor Gustavo Medrano mientras estaba dictado su clase de Educación Física a un grupo de estudiantes.
Tras el conmocionante episodio, la escuela no se paralizó. Todo lo contrario: hoy dieron presente la mayoría de los alumnos, que suman 1.400 en total. “La escuela está abierta porque es un espacio de contención muy fuerte, y tiene que demostrar que la fortaleza y el poder lo tienen las instituciones educativas, no los de afuera”, fundamentó Nancy Colomba, directora del establecimiento, quien aclaró que sólo se suspendieron las clases de educación física.
Profesionales del Ministerio de Educación trabajaron desde temprano con los distintos cursos sobre este hecho de violencia que sacudió a la comunidad escolar. La propuesta era simple pero efectiva: que los adolescentes hablen de lo ocurrido, que expresen sus sentimientos a través de láminas y los compartan con sus compañeros, que no se queden con la angustia adentro.
“Fue muy feo porque el profesor es una excelente persona y porque esto no pasa nunca acá. Es una escuela donde estamos muy contenidos y que nos hace participar siempre de proyectos”, resumió la joven Katia Beloso.
A su lado, Florencia Tello comentó que se sintió “impactada” por el episodio protagonizado por una persona ajena a la institución que ingresó al campo de deportes y efectuó tres disparos, uno de los cuales hirió gravemente al profesor. “No podemos estar seguros ni siquiera en nuestra escuela”, expuso la chica de 16 años, que dijo sentir “bronca” y “miedo”.
Otra estudiante sostenía un dibujo de la escuela amurallada. Florencia Sweiser explicó que su equipo quiso dar el mensaje de que “al final somos todos presos de la sociedad que estamos viviendo. En general, hay mucha violencia, en cualquier lugar hay gente drogándose, la seguridad no funciona como debería y terminamos pagando nosotros las consecuencias. Cualquiera de los alumnos podría haber recibido esa bala”.
Mensaje de esperanza
“Con los chicos tratamos de encauzar lo vivido no desde la destrucción sino desde la construcción y la esperanza. El 80% de los mensajes de los chicos era esperanzador. Decían: nos duele, nos conmueve pero creemos que junto podemos, tenemos esperanzas de que el mundo puede cambiar”, sostuvieron Patricia Leiva y Marta Paillet, del Trayecto de Formación -del Ministerio de Educación- que entrena a docentes para que éstos activen a los jóvenes a que piensen y sean partícipes de sus propios proyectos de cambio social.
Admitieron que el impacto sobre el estudiantado de un hecho de estas características siempre es importante, pero aseguraron que esta escuela en particular viene trabajando con los distintos programas ministeriales y que “tiene herramientas para afrontar mejor lo sucedido”.

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